A menudo, más de lo que yo desearía, me encuentro con directores y propietarios de empresa que me responden con silencios profundos o negaciones a preguntas como estas: ¿cómo van los resultados de la empresa respecto al presupuesto anual?, ¿qué acciones concretas están ejecutando para mejorar los resultados?, ¿cuál es el MB del negocio?. En otros casos cuando preguntas por la planificación o ejecución sólo recibo por respuesta frases como esta “ejecutamos las acciones conforme los problemas que se presentan día a día”.

Y si pregunto por qué tienen malos resultados , culpan al mercado, a la competencia, al precio de venta…pero no conocen los precios de venta de la competencia, ni el tamaño del mercado, ni la cuota de mercado que tienen…..ni se plantean pagar a un profesional de estudio de mercado para un asesoramiento permanente.

Sólo hay una respuesta que explique tal escenario, y no es la falta de conocimiento o de implicación del CEO, o de la organización, o de ambos, es que no nos orientamos a metas y resultados. Ni nos lo planteamos. Craso error, si no sabes a dónde vas como pretendes llegar a ningún sitio.

Según algunas las estadísticas, el 80% de las empresas fracasan antes de los 5 años y el 90% no llega a los 10 años.

El deber es tener la convicción y la capacidad para seguir adelante, pero con cabeza, con método, con el horizonte planificado por objetivos y orientado a obtener resultados por la continua consecución a éxito de metas planificadas y cuantificadas.

La ecuación pasión + querer retos por sí sola no basta, hay que incluir otros sumandos como planificación, liderazgo, conocimiento, equipo, medición…

Sólo hay un camino, el correcto. Plantea los objetivos de tu organización escribiendo el plan estratégico, compártelo con el equipo, establece las metas a conseguir, y filetea al máximo las acciones para garantizar el éxito. No es fácil pero es necesario.